sust. fem.
1) Acción y efecto de falsificar.
2) Derecho. Delito de falsedad que se comete en documento, moneda, etc.
3) Término que se utiliza para designar la producción de objetos de arte idénticos o similares a los originales. Existe desde que existe el mercado de arte o sea, siempre. En realidad no siempre resulta fácil distinguir entre el engaño y la legitimidad de las imitaciones: Miguel Angel enterró un Cupido durmiente esculpido por él mismo a imitación de uno antiguo, con el fin de que apareciese como fruto de excavaciones. En Italia, las imitaciones de la antigüedad clásica fueron muy alabadas en el Cinquecento y alentadas por príncipes y pontífices. Para evitar la reproducción ilícita de sus obras, los artistas del siglo XVIII confeccionaron listas acompañadas por un boceto de sus cuadros (C. Lorrain, E.Sirani). En el presente siglo, la obra de arte supone una inversión rentable. Existe el mercado de los falsificadores de arte que pueden imitar casi a la perfección, técnicas, materiales y colores de distintas épocas y exhibir certificados de "autenticidad" también impecables (Valga el caso de Van Meegeren que acusado de colaboracionismo por haber vendido a Göering La mujer adúltera, atribuido a Vermeer, logró demostrar ante los jueces que se trataba de un cuadro falso idéntico al original).